En Chile, el gusto por las aves exóticas tuvo un boom en los años 90 a causa de la internación ilegal o su captura en hábitat natural, como es el caso de los Loros Tricahue. Un control exhaustivo consiguió a través de los años, disminuir este tráfico a su mínima expresión.
Aves exóticas como el Guacamayo, Loro Gris, Africano, Cacatúa, nativas de países tropicales han podido criarse en Chile con los cuidados especiales que requieren.
Un aspecto muy relevante es que estas aves crean un vínculo muy estrecho con el “tenedor” que los cría, alimenta y cuida, y que dura de por vida.
Siendo aves que pueden vivir hasta 80 años, es necesario que estén familiarizadas y criadas por más de una persona, ya que nunca debe faltarles
uno de ellos que los cuide.
Si eso ocurriera, estas aves sufrirían de gran tristeza, dejando de acicalarse, comer, beber agua y en la mayoría de los casos, mueren.
Beatriz Sánchez
Médico Veterinaria